Como antes mencionamos, la antropología con su enfoque holítistico, estudiando la lengua, el medio ambiente, la biología y la sociedad humana para entender la cultura y usando la cultura para entender la adaptabilidad, diversidad y evolución humana, no ha sido la única ciencia preocupada por este concepto.
Otra ciencia se lo ha tomado muy central y básicamente porque tiene origenes comunes a la antropología. Esta ciencia es la sociología. Más cercana a la filosofía y a la economía (a diferencia de la antropología que lo es a la biología), la sociología ha estudiado el problema dentro de las sociedades industriales. Su enfoque crece dentro de la tradición que divide a las personas entre los que tienen más cultura y los que no la poseen o son incultos, vale decir, su enfoque se preocupa más por las diferencias en la cultura entre las personas de una misma sociedad antes que las diferencias entre sociedades distintas (como sería más del interés de la antropología).
La diferencia cultural entre personas de la misma sociedad.
Básicamente, para la sociología existía una alta cultura, del conocimiento refinando, de las grandes artes, de la ciencia y la filosofía, un conocimiento y costumbre educado y conservado sólo por las clases altas o las élites principalmente a través de la escritura. Pero al mismo tiempo las clases bajas desarrollaban una cultura propia, una cultura popular, oral, no escrita, que ofrece resistencia, sentido de pertenencia, pero también conformidad con un sistema social.
Otro enfoque que nace de la sociología es el de la escuela de Frankfurt. Donde tenemos la propuesta de Theodor Adorno y Max Horkheimer, los cuales dislumbraron otro tipo de cultura diferente al de la alta y la popular. Ellos vieron que la industralización estaba produciendo una cultura de masas (producida industrialmente como el cine, la televisión, la radio, los períodicos, los discos), cuyo afán era mantener a la masa conforme y menejable, una suerte propaganda continua que dirigiera la opinión de la gente, o sea para manipular y embrutecer. Sin embargo, fue otro Frankfurt que vió en ello una posibilidad diferente, una posibilidad de empezar de nuevo.
Sin duda este debate despertó el interés por estudiar que relaciones habían entre cultura de masas y popular y hasta que punto era posible una manipulación de la sociedad a través de la cultura de masas. Tales estudios se dieron dentro de la sociología, pero también fuera de ella y lo que ha sido una contribución fundamental los Estudios culturales y la teoría de la comunicación.
Fuentes:
Bajtín, M., 1965, La cultura popular en la edad media y en el renacimiento.
Burke, P., 1978, La cultura popular en la europa moderna.
Zubieta, Ana María, 2000, Cultura popular y cultura de masas: conceptos, recorridos y polémicas.
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