Las neurociencias son en realidad un complicado conjunto de disciplinas. Desde neurobiología hasta psicología cognitiva. Pero el elemento que las une es el cerebro. Todas estudian el cerebro ya sea para desentrañar sus procesos físico-químicos como para descubrir ciertos rasgos del comportamiento. No es raro que se hubiesen topado con muy de frente con la cultura.
Esta ciencia ha tenido un popular auge gracias al avance tecnológico, especialmente a partir del IRMF (Imágenes por Resonancia Magnética Funcional) que permite ver lo que antes no teníamos idea, por dentro de un cerebro mientras éste funciona.
El cerebro forma la cultura
Para entender la cultura primero debemos saber como funciona. Sabemos por ejemplo que esta compuesto como una compleja red de neuronas que transmiten señales eléctricas a distintas áreas especializadas en la corteza cerebral u otras sub-partes. Sabemos también que se divide en hemisferios que controlan distintas funciones de nuestra personalidad, pero veamos las que parecen ser claves para entender como funciona la cultura:
1-Percepción visual: Según estimaciones nuestra capacidad visual ocupa más del 30% de la corteza cerebral, es un elemento central y complejo. El cerebro humano recibe desde el ojo una imagen incompleta, manchada e inversa, es el cerebro quien se encarga de recomponer esas señales en una imagen legible y lo hace auto-completando la información que recibe con la información previamente almacenada. Ésta característica es central a la hora de las interpretaciones y nos permite identificar rostros y leer aspectos visuales sobre los otros, como marcadores de estatus social, de un simple vistazo. Las primeras impresiones cuentan.
2-Memoria: Existen dos memorias: corto y largo plazo. La primera es tan mutable que no resiste más de 2 a 7 elementos ni por más de 6 a 30 segundos. La segunda registra sólo lo importante, así como la visión, el cerebro auto-completa el resto.Pero esta última es sumamente plástica, y se modifica cada vez que un recuerdo es invocado, tal como pueden ver en el siguiente experimento. Tal plasticidad es capaz de forzar cambios importantes en la estructura del cerebro, incluso en aspectos que no sólo involucran a la memoria.
3-Lenguaje: la capacidad de comunicarnos a través de signos, designada en el área de Broca (articular lenguaje) y de Wernicke (comprender el lenguaje), es vital para entender la cultura, pero así como la visión, somos capaces de distinguir tonos y armonías (Giro de Heschl). Como por ejemplo tonos sarcásticos o de alarma, que nos permiten entender comunicación paralingüística que complementa el significado.
4-Neuronas espejo: Por un error en un experimento con monos en 1996 en la Universidad de Parma, Italia, se descubrió que el ser humano y otros animales poseemos neuronas espejo, dicho de otra forma, empatía. Lo sorprendente es que la actividad cerebral es exactamente la misma entre un sujeto que come y el que mira comer. En el cerebro, no hay diferencias. Este desarrollo nos permite el aprendizaje por imitación y la socialización. Nuestro cerebro está desarrollado para generar esa conexión con otros y poder leer emociones que se expresan en los rostros de otro (de ahí nuestra gran habilidad para interpretarlos), es sin duda la base biológica de la comunicación y la cultura.
La cultura forma el cerebro
Pero cerebro y cultura no tiene sólo una relación lineal, ambas se retroalimentan. Así como la capacidad del cerebro permite a la cultura manifestarse y contener ciertos aspectos primordiales de ella, esta última también modifica las estructuras del cerebro. Las experiencias y el entorno en que nos desenvolvemos forma ésta estructura mental. No sólo pensamos diferente ¡nuestro cerebro estar organizado de forma diferente! pero ojo, con nuevas experiencias el cerebro sigue cambiando, así como la cultura lo hace. No representan una realidad estática.
Muchos estudios antropológicos habían demostrado (o refutado) la universalidad de la psicología humana, poneniendo los a prueba en el campo en diversos contextos culturales, además habían capturado y descrito cientos de procesos particulares en tales culturas, pero nunca nadie había visto como aquello funcionaba en el cerebro.
Un estudio del MIT y la Universidad de Standford verificaron estas observaciones a través de los famosos IRMF, aplicado a población estadounidense y recién migrados de Asia oriental. Sus concluciones determinaron que distintas zonas del cerebro eran activadas frente al mismo estímulo, determinaron que los estadounidenses eran más individualistas y dominantes, mientras que los asiáticos se desenvolvían más cómodamente de forma colectiva y sumisa.
Otra observación de campo muy común entre las distintas culturas son los colores. Los esquimales tenían más de 9 palabras para referirse al blanco de la nieve, donde un observador de otra cultura solo vería blanco. Los Himba por otro lado confunde el verde del azul, para ellos es el mismo color, acá un pequeño experimento.
Percepcion del color: Diferencias culturales... por raulespert
Sin embargo, aun cabe la pregunta, ¿Dónde se almacena la cultura? En el cerebro humano no existe un lugar específico donde podamos leer los códigos culturales, sino elementos separados, área de lenguaje, área de memoria, área de abstracción, pero no un lector de status social, de costumbre, de normas. Las posibilidades están en la organización propia del cerebro y sea la estructura propia del cerebro la dimensión neuronal de la cultura o, como señala Roger Bartra, esté en relaciones exteriores a éste, en el Exocerebro. La cultura estaría en esas conexiones entre-cerebros, una dimensión supra-orgánica, donde estaría almacenada la cultura. La cultura es la extensión de las redes neuronales del cerebro.
Referencias:
Barthes R. Antropología del cerebro
http://web.mit.edu/newsoffice/2008/techtalk52-14.pdf http://web.mit.edu/newsoffice/2008/psychology-0111.html http://www.tendencias21.net/La-cultura-rige-tambien-la-actividad-del-cerebro_a2035.html
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