viernes, 23 de mayo de 2014

Resolver la desigualdad: 2 Estudios por el bienestar y contra la miseria


Hay un debate bastante extendido sobre la desigualdad estos días. Mientras algunos dicen que no es importante, que la riqueza general y el crecimiento es más importante, otros como Joseph Stiglitz y Paul Krugman (ambos premios Nobel de economía) dicen que importa y es un hecho que la brecha entre ricos y pobres está creciendo. Tal como mucha gente lo ha estado experimentando en su vida diaria, tal como nos han mostrado movimientos como Occupy Wallstreet, los Indignados u otras protestas en el mundo. Pero ¿qué es lo importante en todo esto?

Así que aquí dos importantes investigaciones para tener en cuenta, úselos como argumentos a discreción cuando quiera hablar del tema o critiquemos con bases.

Desigualdad en la pobreza: Impedimento para el desarrollo.


En el libro Why Nations Fail (Por qué fracasan las naciones), el economista Daron Acemoglu y el Politólogo James Robinson, intentan explicar por que algunos países se han vuelto ricos y otros siguen en la pobreza. Su respuesta descansa en un aspecto que, como hemos dicho antes,  puede ser considerado parte de la cultura. Las instituciones.

Aunque en un primer vistazo rechazan las hipótesis simples de que la cultura explica estas diferencias, se referían básicamente a ésta como factores puramente ideológicos (como una ética del trabajo o ambición de riqueza) y hacen notar las diferencias entre poblaciones con la misma cultura pero diferentes ingresos (como Corea del norte y del sur o lo pueblos de origen mexicano en EEUU y México). De esta forma sólo se concentran en las instituciones políticas, que decantan a su vez en instituciones económicas, que permiten el crecimiento económico. En términos simples los autores proponen la existencia de dos tipos de instituciones: Las extractivas (de los países pobres) y las inclusivas (de los países ricos).

Para estos renombrados estudiosos (los rumores cuentan que Acemoglu va de candidato al Nobel pronto) las instituciones extractivas se caracterizan por la existencia de una "élite" que extrae riqueza del resto de la sociedad. De esta forma, el grueso de la población pierde todo incentivo para ser más productivo, ya que incrementar su esfuerzo no implica mayor beneficio para ellos sino para la élite. Además esta élite hará todo lo posible por conservar su privilegio, como desincentivar cualquier innovación que pueda producir dinamismo en la sociedad (miedo a la destrucción creativa), aparte de destruir anticipadamente cualquier oposición o competencia a su poder.

Para agravar el asunto, la población oprimida tenderá a revelarse y si, pese a los esfuerzos de reprimir a la oposición, un grupo logra derrocar a la élite, se corre el riesgo de caer en la "ley de hierro de la oligarquía". En tal caso la élite es simplemente sustituida por el nuevo grupo vencedor, el que mantendrá las instituciones extractivas con el resto (el poder corrompe, ¿no?).


Campo de trabajos forzados del Khmer Rouge en Camboya. Si bien el Khmer buscó terminar con la dictadura militar y el colonialismo en Camboya, una vez en el poder, profundizó rápidamente las instituciones extractivas, perpetrando incluso un genocidio de más de 2 millones de personas. Otras instituciones extractivas han sido la servidumbre feudal, el esclavismo y más actual, las oligarquías del capitalismo clientelísta.

Sin embargo, si la revolución es inclusiva y amplia, es posible que se gesten instituciones que limiten el poder
de los nuevos gobernantes (como alternancia en el poder, división de estos, votación) y se abran posibilidades para que todos puedan influir en las decisiones políticas, generando cambios y dinamismo. Se crean instituciones inclusivas que permiten el cambio y la innovación. El beneficio es más probablemente distribuido según el esfuerzo personal, por tanto hay un incentivo a aumentar la productividad y los talentos de la población son mejor distribuidos, potenciando los distintos sectores de la sociedad. De esta forma se resuelve la desigualdad institucional y con ello toda la distorsión sobre el sistema que genera una élite con demasiado poder.

Cuando a la reina Isabel I de Inglaterra le presentaron el primer diseño de una maquina hiladora, aunque sorprendida del ingenio, rechazó conferirle una patente a su inventor, ante el hecho de que la máquina reemplazaba el trabajo de 10 tejedoras, y 10 tejedoras sin trabajo eran 10 trabajadoras que hacían revuelas y como reina y para conservar su reinado tenía que evitar revueltas.  Todo cambió después de la Revolución Gloriosa de 1688, cuando el parlamento (que representaba múltiples intereses) otorgó patentes para muchos inventos que desencadenaron en la revolución industrial.


El libro además agrega que tales instituciones políticas permiten un escenario más justo que genera crecimiento económico, destruyendo economías ineficientes por otras mejores (destrucción creativa). Obviamente deben existir garantías políticas de que instituciones económicas inclusivas, como los mercados, sigan siendo tal, por ejemplo a través de un sistema de justicia en que los actores menos poderosos estén en igualdad de condiciones para defender sus causas que los más. De cualquier modo es posible que el sistema vaya segregando, especialmente si las instituciones económicas inclusivas no se sustentan en las instituciones políticas inclusivas.

Esto podría ser el caso de China y Singapur, en que instituciones económicas inclusivas están bajo un sistema político extractivo. Un escenario en que el crecimiento económico no podría durar, repitiendo fenómenos de crecimiento rápido bajo instituciones extractivas (como durante los 50, 60 y 70 con la URSS) pero que no son sostenibles en el tiempo. Además están los casos de la crisis de los Trust en 1890 y la financiera del 2008 en EEUU, en que el mercado creo gran concentración de la riqueza (desigualdad), haciendo peligrar la democracia Estadounidense. 

Lamentablemente el desarrollo de países ricos con instituciones inclusivas ha aumentado la desigualdad global, ya que la influencia de naciones más poderosas que otras ha desembocado en colonialismo y neocolonialidad. Una clase de desigualdad que ha dejado a los países ricos como extractores de los recursos naturales de los demás, impidiendo el desarrollo de sus propias instituciones inclusivas, fomentando el poder de las élites locales.

Desigualdad en la riqueza: Impedimento para el bienestar



Los epidemólogos Richard Wilkinson y Kate Pickett, en el libro The Spirit Level: Why Greater Equality Makes Societies Stronger (El nivel de espíritu, Por qué la equidad hace sociedades más fuertes) dan buenas razones para preocuparse por la igualdad.

Si observamos la relación entre ingreso económico por persona y lo comparamos con algunos datos asociados al bienestar (principalmente en salud, ámbito más familiar para el campo de los autores) veremos que existe una relación entre ingreso y bienestar. O sea, que mientras más alto sea el ingreso por persona en un país, mejor bienestar. Sin embargo esta relación se desdibuja totalmente por sobre los 20.000 USD per capita, donde agregar más dinero no asegura ninguna mejora. 



Ingreso per capita v/s Expectativa de vida

Sin embargo, estos investigadores empiezan a hacer sentido cuando ordenan los datos de bienestar y los comparan con los de desigualdad del ingreso en vez del ingreso simplemente. Y el resultado es muy llamativo. Entre los países de ingresos altos, el bienestar aumenta donde la desigualdad es menor.


Indice conformado por expectativas de vida, educación, mortalidad infantil, tasa de homicidios, tasa de gente en prisión, embarazo adolescente, confianza, obesidad, enfermedades mentales, movilidad social. V/S desigualdad del ingreso.

Los autores explican el efecto de la desigualdad en el bienestar a través del nivel del estrés (cortisol). Según ellos la desigualdad genera estrés permanente, la gente tiene mayor preocupación por la opinión de los demás, se es más inseguro y depresivo, se desarrollan sentimientos de superioridad e inferioridad, lo que repercute en la salud y por tanto en el bienestar, tanto de ricos como de pobres. ¿Has sentido la presión social de la desigualdad, la angustia de la comparación constante? (más info en TED)


Fuentes:

Richard Wilkinson and Kate Pickett, 2009 ,The Spirit Level: Why Greater Equality Makes Societies Stronger.
Daron Acemoglu y James Robinson, 2012, Why nations fail.

jueves, 8 de mayo de 2014

Medio ambiente: 8 reglas para evitar un desastre ecológico

Una forma muy particular de entender la cultura es pensar que son arreglos sociales que nos permiten sobrevivir, adaptarnos, desenvolvernos en un mundo natural, social o virtual. Estos arreglos son ajenos a los individuos, son contratos, conjunto de normas o valores que nos ponemos a nosotros de forma consciente o inconsciente, que se preserva en el tiempo. Instituciones.

No señora, las instituciones no son edificios, son más bien conjuntos de normas o arreglos sociales.

Por ejemplo, la institución del matrimonio representa un conjunto de reglas que limitan relaciones sexuales, herencia, alianzas entre grupos o familias. Instituye un vínculo y pone reglas que ayudaran a evitar conflictos sobre la reproducción y resguardaran ciertos valores asociados (en algunas sociedades es el amor, en otra los hijos, la familia, el prestigio, la riqueza, etc).

Existen instituciones políticas como el voto o económicas sobre como distribuir las ganancias. Todas ellas regulan nuestro accionar. Cómo nos comportamos, que valores seguimos, que estrategias seguimos para alcanzar nuestros fines y cuales no. Hay quienes pensaron que habría tantas instituciones como necesidades sociales tuviésemos, otros que nos son impuestas y son por causa netamente históricas. ¿Pero qué tiene que ver todo esto con el medio ambiente?

La tragedia de los comunes


En 1968 Garrette Hardin publicó en la revista Science esta hipotética situación basado en la teoría de juegos: Un pastizal común (recurso), el cual es usado por varios individuos para alimentar sus animales. Si estos individuos actúan individual y racionalmente para maximizar su beneficio, tratarán de colocar la mayor cantidad de animales para aprovechar la totalidad del pastizal posible, lo que lleva a un rápido agotamiento del recurso y la muerte de todos los animales. La situación sería diferente si el espacio no fuese común, sino dividido entre los individuos quienes evitarían sobre-explotarlo, actuando sobre el seguro de que nadie tomará lo que no ocupen.

Este caso hipotético ha servido largamente para defender a la propiedad privada por sobre la comunal. Pero el mismo artículo plantea que hay elementos en la naturaleza que no es posible dividir como el aire (o la polución) o los océanos y que por tanto de seguir aumentando la presión de la población humana sobre los recursos la tragedia es inevitable.
Pero los comunes son un caso hipotético ¿qué es lo que ocurre en la realidad?

Los comunes sobreviven


Las investigaciones antropológicas han mostrado que la mayoría de las comunidades que tienen recursos comunes tienen más de una estrategia para evitar su sobre explotación. Existen mecanismos como tabús que prohíben la pesca o reglas que delimitan cuando mover el ganado a otros pastizales para evitar el sobreconsumo. Sin embargo muchas de estas situaciones pueden verse alteradas con la introducción del comercio, lo que incentiva el aumento de la explotación de los recursos para su intercambio.

En Palau (Micronesia) , sus pescadores tienen fuertes normas para regular la pesca
Los pastores nómades Bassin (Sur de Irán) tiene reglas y rutas claramente establecidas para no desgastar los pastos.

Sin embargo en 1990, E. Ostrom (politóloga y premio Nobel de economía) compiló y comparó varios casos en que las comunidades que poseían "comunes" eran exitosas en conservar los recursos. Describió un conjunto de instituciones que le permitían lograrlo. Estas instituciones se referían a reglas específicas que la comunidad se encargaba de cumplir y de reproducir con las siguientes generaciones:
  1. Límites claramente definidos (exclusión efectiva de terceras partes no involucradas).
  2. Reglas de uso de los recursos comunes adaptadas a las condiciones locales.
  3. Acuerdos colectivos que permitan participar a los usuarios en los procesos de decisión.
  4. Control efectivo, por parte de controladores que sean parte de o a los que la comunidad pueda pedir responsabilidades.
  5. Escala progresiva de sanciones para los usuarios que transgredan las reglas de la comunidad.
  6. Mecanismos de resolución de conflictos baratos y de fácil acceso.
  7. Autogestión de la comunidad, reconocida por las autoridades de instancias superiores.
  8. En el caso de grandes recursos comunes, organización en varios niveles; con pequeñas comunidades locales en el nivel base.
 Un tipo de institución global creada para detener el calentamiento global del mayor "común" que tenemos, nuestro planeta, es el Protocolo de Kyoto sobre el cambio climático. La función del acuerdo es que cada país se compromete a bajar las emisiones de gases contaminantes, con el fin de reducir la contaminación global en un 5%, de no cumplir las metas, los países serían multados (cada país tenía una meta diferente según su contribución al contaminación global). Sin embargo este tipo de acuerdos no cumple su finalidad si no es ratificado por todos los países. Sin embargo, EEUU, principal emisor de gases contaminantes no lo ha ratificado y Canadá, al ver que no podía cumplir sus metas para el año 2012, el 2011 lo abandonó. Y la tragedia se hace más real.


Fuentes:

G. Hardin "Thagedy of the commons", Science, 1968
R. E. Johannes "Words of lagoon: Fishing and marine lore in Palau distric of Micronesia", 1981
E. Ostrom "Governing the Commons: The Evolution of Institutions for Collective Action", 1990
Ember y Ember: Sistemas económicos: ¿Lleva la propiedad comunal al desastre económico?, 2010



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